Pintar es pensar el mundo.
A veces el cielo se tiñe de rojo, naranja o amarillo. A veces las montañas o la costa a lo lejos se ven de azul. A veces el mar es verde. A veces las ondulaciones se convierten en olas impetuosas. A veces la naturaleza es pura abstracción.
Los paisajes que contemplo, se mezclan con los sueños y emociones. Se convierten en cuadros casi abstractos y en ocasiones, cuadros dentro de cuadros, que hacen referencia a los viajes, al paisaje, a los animales, a la luna, al universo. Todo aquello que me emociona y guardo en la memoria.
Me gusta que la pintura hable por sí sola. Un gesto, una mancha juegan con el azar y dibuja formas cargadas de sorpresas. Como las nubes que cambian de forma y color según el viento. De esta manera se inicia un diálogo entre lo casual y lo determinado por mí. El proceso del cuadro sigue un recorrido de combinaciones, de añadidos, de raspados, hasta que la materia y los colores me sugieran el paisaje que busco. El paisaje de la memoria.
El paisaje de la memoria surge mediante un proceso que tiene que ver con la experimentación, búsqueda y observación.
La experimentación que me satisface es comprobar la interacción de los colores, cómo se relacionan unos con otros. Ver cómo la transparencia u opacidad del color (junto con la materia y el gesto de las pinceladas) van configurando una realidad próxima, reconocible e impregnada de subjetividad.
Me gusta que la pintura hable por sí sola. Un gesto, una mancha juegan con el azar y dibuja formas cargadas de sorpresas. Como las nubes que cambian de forma y color según el viento. De esta manera se inicia un diálogo entre lo casual y lo determinado por mí. El proceso del cuadro sigue un recorrido de combinaciones, de añadidos, de raspados, hasta que la materia y los colores me sugieran el paisaje que busco. El paisaje de la memoria.
El paisaje de la memoria surge mediante un proceso que tiene que ver con la experimentación, búsqueda y observación.
La experimentación que me satisface es comprobar la interacción de los colores, cómo se relacionan unos con otros. Ver cómo la transparencia u opacidad del color (junto con la materia y el gesto de las pinceladas) van configurando una realidad próxima, reconocible e impregnada de subjetividad.
La Busqueda. Busco una figuración que aluda al entorno y nos recuerde paisajes, personajes, objetos y atmósferas. No una realidad mimética en la forma, sino una realidad sentida emocionalmente.
El proceso de esta creación me aporta conocimiento, puesto que se basan en: La observación de los elementos y su entorno, en el paso del tiempo y en las variaciones que se observan.
El resultado son pinturas con predominio de figuración expresionista y abstracción en soportes de variados formatos y materiales.
Entre lo real y lo abstracto hay una línea para lo imaginario.
Jesús Cuenca
Entre lo real y lo abstracto hay una línea para lo imaginario.
Jesús Cuenca
1 comentario:
Me gustó mucho el texto.
Su pintura es sueño y emoción,
transformados en realidad.
Saludos.
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